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Errores más comunes en la instalación de suelos laminados y cómo evitarlos

Errores más comunes en la instalación de suelos laminados y cómo evitarlos

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June 27, 2025

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Errores más comunes en la instalación de suelos laminados y cómo evitarlos

La instalación de suelos laminados se ha convertido en una de las reformas más demandadas tanto en viviendas como en locales comerciales. Su atractivo estético, resistencia y facilidad de mantenimiento lo convierten en una excelente opción para reformistas e instaladores profesionales. Sin embargo, a pesar de su aparente sencillez, es frecuente cometer errores durante la colocación que pueden comprometer el resultado final y la durabilidad del suelo. Conocer los fallos más habituales y saber cómo prevenirlos es clave para ofrecer un trabajo impecable que satisfaga al cliente y refuerce la reputación del profesional.

Principales errores al instalar suelos laminados: identificación y causas

Uno de los problemas más habituales durante la instalación de suelos laminados es no preparar correctamente la base sobre la que se va a colocar el material. Un subsuelo desnivelado o con humedad puede provocar deformaciones, ruidos molestos o incluso daños irreparables en las lamas. Es fundamental asegurarse de que el soporte esté perfectamente seco, limpio y nivelado antes de comenzar cualquier instalación.

Otro error frecuente es no dejar las juntas de dilatación adecuadas alrededor del perímetro del suelo o entre habitaciones. El laminado está compuesto por materiales que pueden expandirse o contraerse con los cambios térmicos y la humedad ambiental. Si no se respetan estas juntas, pueden aparecer levantamientos, crujidos o separaciones entre tablas a corto plazo.

Un fallo menos evidente pero igualmente importante ocurre al elegir un aislamiento inadecuado o prescindir totalmente del mismo bajo el suelo laminado. El aislamiento cumple una función esencial tanto para absorber pequeñas irregularidades como para mejorar el confort acústico y térmico del pavimento instalado. Seleccionar el tipo correcto según las características del espacio marca la diferencia entre un acabado profesional y uno deficiente.

Análisis en profundidad: consecuencias de estos errores en el resultado final

- La falta de nivelación adecuada produce zonas hundidas o elevadas donde las lamas pueden desplazarse, separarse e incluso fracturarse con el paso del tiempo. Esta situación afecta directamente a la vida útil del suelo e incrementa los costes por reparaciones posteriores.

- No respetar las juntas perimetrales genera tensiones internas cuando hay cambios ambientales (calor, frío o humedad). Como consecuencia, las tablas tienden a abombarse o despegarse, deteriorando tanto el aspecto visual como funcionalidad del pavimento. El cliente percibe rápidamente estos defectos, lo que puede traducirse en reclamaciones y pérdida de confianza hacia el instalador.

- La elección inadecuada del aislamiento repercute negativamente tanto en el confort acústico (transmisión excesiva de ruido) como térmico (sensación fría al pisar). Además, sin una barrera correcta contra humedades residuales, existe riesgo real de aparición temprana de moho u olores desagradables bajo el suelo instalado.

Recomendaciones finales y consejos expertos

Para garantizar instalaciones exitosas es imprescindible dedicar tiempo previo al análisis y preparación del soporte donde irá colocado el suelo laminado. Utilizar herramientas específicas para comprobar la humedad relativa e igualar posibles desniveles evitará futuros inconvenientes graves relacionados con movimientos indeseados o filtraciones ocultas.

No debe olvidarse nunca dejar un margen suficiente alrededor de todo el perímetro —incluyendo puertas, columnas u obstáculos fijos— así como instalar perfiles adecuados entre diferentes estancias si fuese necesario. Estos pequeños detalles previenen daños estructurales derivados por dilataciones naturales propias del material frente a cambios climáticos cotidianos.

Finalmente, seleccionar siempre un aislamiento adaptado tanto al tipo específico de subsuelo (cemento, cerámica u otros) como a las necesidades particulares (mayor confort térmico/acústico) garantiza un resultado final satisfactorio para todos los usuarios implicados; además evita molestias innecesarias tras finalizar los trabajos profesionales.

Conclusión

Una correcta instalación del suelo laminado requiere prestar atención minuciosa desde antes incluso de empezar los trabajos físicos: preparación óptima del soporte base; respeto escrupuloso por juntas perimetrales; elección adecuada del sistema aislante… Son pasos fundamentales que marcan la diferencia entre una obra duradera —sin incidencias— frente a soluciones improvisadas repletas posteriormente por reclamaciones costosas e insatisfacción generalizada.

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